domingo, 6 de febrero de 2011

3ª Sesión Preliminar

Tropa francesa con detalles muy chirigoteros, el tipo de Las napoleonas, el coro femenino que se encarga de abrir la tercera función de preliminares. Tangos en defensa del traje de piconera el primero y a las mujeres que lucharon en la posguerra por sobrevivir y a las que ahora le regatean con las pensiones el segundo. Los cuplés dedicados a un sargento que les gusta y para un chino que piensa montar una tienda en el hospital, regulares. Toques cuarteteros en el popurrí, que compensa con una música animada las carencias vocales del grupo, que no suena del todo bien.

Llega la chirigota Los canis, de San Fernando. Llevan el chándal, la gorra, los tenis de muelle... vamos, hacen honor al nombre. Cantan con muchas ganas, demasiadas, hasta atropellarse. Dedican sus pasodobles a un niño de padres divorciados y al flamenco, con mejor intención que ejecución. Primer cuplé de pelo, a Pipi Estrada y Lucía Lapiedra. Segundo para una novia muy fea. Popurrí de nuevo con más ganas que otra cosa. Les toca seguir mejorando. Al menos han pasado un buen rato y se han llevado la ovación de su gente.

Bonito tipo, de guerreros mayas el de esta comparsa chiclanera; La civilización, que debuta en el Falla. Presentación algo desafinada. Pasodobles a los homosexuales y a Pepe Benítez, cortitos de pluma y de voces. Los cuplés, al coro del Alemania y a la ley Antitabaco, sólo consiguieron silencio. Vuelven a fallar en la afinación con el popurrí. Tienen mucho que mejorar, especialmente en el tema vocal.

El cuarteto de Morera un año más no defrauda y se instala en lo más alto desde el primer momento. Este año, con Los que cogieron al mono Amedio y lo quitaron de en medio, el filón será el tipo de mafiosos y especialmente el dúo cómico que forma el tándem Morera y Meni, convertidos en hermanos siameses para la ocasión. En su primer pase dejaron buenas letras y compensaron cualquier posible laguna con una capacidad interpretativa a la altura de muy pocos. Hasta los cuplés estuvieron al nivel del resto del repertorio, de altura y un estribillo que el teatro ya se lo sabe de memoria. El Falla una vez más les reconoció como el gran cuarteto que son y les dedicó una despedida sonada. Como en cada pase, el teatro bocabajo; como cada año, un pelotazo.

Llegan Los adiestradores de perros, llega la chirigota del Cascana, que mejora respecto a otros años. Buenos pasodobles, sobre todo el primero, a los otros perros, los que no luchan por nada, y a los controladores aéreos. Cuplés para su perro, que se les escapó en el Falla, y para la Copa del Mundo, que va a todas partes menos a Cádiz. Mejor el primero, con dardito a Bustelo, que el segundo. En el popurrí, alternan buenos momentos con otros que no acaban de convencer, además de con algún que otro bastinazo. Casi con seguridad, no será la última vez que los veamos este año.

Bustelo regresa a la comparsa con Los violinistas, un grupo potente y afinado. Son el viento personificado, humilde como un vagabundo y de gala, que viene a Cádiz. Primer pasodoble de presentación, qué bonito es Cádiz. Segundo muy crítico con la iniciativa del Carnaval en verano, la fiesta no es igual lejos de febrero. Cuplés para los perros del Cascana y para el nuevo puente acompañados de un estribillo potente. Popurrí entre lo tradicional y lo innovador, con el punto fuerte en la interpretación.

Esta chirigota sevillana Serva la mari juega peligrosamente con el ridículo en una actuación bastante desafortunada. Pasodobles indescifrables, cuplés dignos de un premio nacional de poesía y un popurrí que sólo puede calificarse de despropósito. Al Falla hay que traer algo mejor, y el teatro, María la Yerbabuena incluida, se los hizo saber tirando de cachondeo.

La comparsa mixta Una vida de cine llega con tipo de encargados de un cine que ha perdido la cabeza entre película y película. Pasodobles en los que describen su pasión por cantar en el Falla y para una madre que cuida de un hijo postrado en la cama a causa de una operación defectuosa. Cuplés para un viaje a Bilbao estropeado por los controladores y por el volcán islandés. Flojos en letra, música e interpretación, demasiado gritado en algunos momentos. A seguir mejorando.

La chirigota de Beniaján Los malos de verdad sorprende con un tipo divertido y original, de cigarros. Eso sí que es malo. Buenos pasodobles, muy bien escritos, a la hipocresía de los políticos con el tabaco y a las agrupaciones de fuera de Andalucía, que tienen mucho mérito. No tan buenos los cuplés, pero repuntan con el popurrí, con buenos golpes aprovechando muy bien el tipo. Buena música también. Se le espera en cuartos.

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