La caja de los sueños es el nombre del coro que abre la cuarta función debutando en el Falla con un homenaje a la radio y con un tipo colorista y divertido. En su estreno evidenciaron cierta falta de conjunto y problemas de coordinación en las voces. Dedicaron sus tangos al Bicentenario, pidiendo que se luche más por lo de hoy que por lo de ayer, y a un hombre maltratado. Regularcitos cuplés y un popurrí que repasa la historia de la radio en España con mejor intención que ejecución.
La Murga Ubetense De aquí al paro llegó al Falla con tipo de estudiantes recién licenciados dispuestos a contar los avatares de la vida del estudiante. Repertorio esquizofrénico, con algunos altibajos. Combina golpes buenos con otros no tanto. Dedicaron sus pasodobles a establecer puentes entre su tierra y Cádiz y a la Universidad de la calle. Los cuplés no es lo mejor del repertorio. Con el popurrí repuntaron y, entre altibajos, firmaron varias cuartetas muy divertidas.
La joven comparsa de Sevilla se supera año a año, en este 2011 rindiendo homenaje con su tipo a la Niña de los Peines, de ahí el nombre La niña. Demuestran buen conjunto y afinación desde el primer momento, todo con un aire muy flamenco. La cosa comenzó por alegrías y de ahí en adelante el flamenco reinó en una música que a veces fue un acelerada. Pasodobles a la propia Niña de los Peines y a Manuel de Falla, muy simpáticos cuplés y un popurrí de nuevo con el flamenco como tema principal. Buen pase el suyo.
La chirigota de Santoña La saga de los Martínez llega con el tipo de primos de la alcaldesa de allí de Cantabria, bien escogido. Detalles simpáticos en el repertorio, que comienza con una graciosa presentación con algunos buenos golpes. Pasodobles al recibimiento del año pasado y al flamenco. Despuntan con su segundo cuplé, a la comparsa de Juan Carlos Aragón que les sigue en el orden de actuación. Popurrí con destellos que acaba levantando al teatro, que agradece con una tremenda ovación el esfuerzo realizado por estos chirigoteros.
Y llegan Los príncipes, la comparsa de Juan Carlos Aragón que viene con tipo de demonios, príncipes del mal. La música va ligada al tipo desde el principio y destaca una interpretación que mejora en conjunto, con una mejor segunda, aunque a veces sobran ciertos lucimientos por arriba. En el primer pasodoble reconocen que no caerán "por más palos que le den", en referencia a su ausencia en la final del año pasado. El segundo, para la policía, que vive divinamente y encima denunció al Taca por una letra. Mejor parado que uno de ellos. Cuplés simpáticos para ellos, que buscan un lugar en Cádiz, y para el Yona, personaje de internet. El popurrí quizás se hace un pelín largo, con temática relativa al tipo. El mal también está en la sociedad. Buena presentación, aunque se espera un poquito más en próximos pases.
La chirigota Los que se hacen el sueco monta un particular Ikea en las tablas del Falla, en este caso Ikai. Cádiz, república independiente de su casa, cantan en su primer pasodoble. En el segundo piden a Antonio Muñoz que deje de una vez el Cádiz CF. A partir de ahí, a menos. Flojitos los cuplés y poquitos golpes en el popurrí.
La comparsa jerezana Esto-me-suena recuerda en su tipo el nacimiento del movimiento hippie, localizado en el Londres de 1968. Hacen gala de un conjunto potente y bien afinado en su presentación. Dedican sus pasodobles a Cádiz, para que recupere lo que fue, y al caso de los niños robados desde la perspectiva de una madre que perdió a su hijo entonces. Flojitos los cuplés y popurrí que repasa el medio siglo de luchas sociales que comenzó en aquel mayo del 68. Mucha fuerza en sus voces.
Tipo de carteros para Los tirabuzones (con pares y nones), chirigota isleña. Su primer pasodoble, un intento de piropo a Cádiz, no está del todo afortunado. En el segundo se dedican a repartir, que tienen para todos. Dos cuplés dignos de un premio de poesía, a su parienta y a la vuvuzela de Casillas. Popurrí escasito de gracia, aportan muy poquito. Necesita mejorar.
La comparsa de los gitanos llega homenajeando al festival flamenco que se celebraba antiguamente en El Puerto, conocido como El cante los Puertos. El tipo va en consonancia con Tomás el Nitri, cantaor portuense portador de la primera llave de oro del Cante en 1868, y se recrea el fin de fiesta del festival, en el que se citaban todos los cantaores participantes. Derrochan fuerza desde el principio hasta el final. En su primer pasodoble vienen a casarse con el gallinero del Falla, que les jalea desde arriba. Segundo para el político catalán que dijo que los andaluces no pagaban, que se lleva una respuesta casi tan radical como su salida de tono. Cuplés para los mineros chilenos y los cambios en el grupo, mejor el primero. Repaso a los grandes del flamenco participantes en el festival que recrea el tipo. Espectacular final de popurrí por alegrías, gran grupo.
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