Los chinos de Cadi, Cadi, el coro de la Viña trae tipo de chinos muy integrados en la cultura gaditana, dueños de restaurantes, de tiendas... detalles muy simpáticos en todo su repertorio, empezando por unos buenos tangos dedicados al coro de Puerto Real y al comercio tradicional, que se está perdiendo y es una pena, tratado con mucha ironía y buen humor. Buenos cuplés y un popurrí con buenos golpes. La única pega, aunque importante, es que se nota que son muy pocos en el grupo, además de algún fallito puntual en la interpretación.
La chirigota de Algeciras Vaya viaje me han dao trae tipo de turistas en un crucero. Van con la mujer, los niños, la suegra...el pack completo. Dedican sus pasodobles a un hombre que consigue ser padre tras muchos intentos y a la crisis. Cuplés flojitos a la ley antitabaco y a su suegra, que le gusta mucho el baile. Algunos puntos en el popurrí, discreto en líneas generales, al igual que su actuación.
Elaborado tipo el de la comparsa algecireña El tablero, que rinde tributo a los peones del Carnaval, los artesanos que hacen el tipo, el forillo, el maquillaje... de las agrupaciones. Todo en clave de fantasía, con mucho colorido. Pasodobles para Zapatero y para el Noly, mejor en letra que en interpretación. Los cuplés, lo mejor de su repertorio, para la religión y para la ley antitabaco, bien rematados los dos. El estribillo es larguísimo y el popurrí, como el resto, mejor escrito que interpretado.
El cuarteto de Miguel Real Cuarto y mitad de siglo bien despachao, con una trabajada puesta en escena, recrea la historia de Romeo y Julieta. La parodia, con altibajos, mejor en interpretaciones que en letra, con bastantes lagunas. Pinchazo en los cuplés, sobre todo en una segunda letra demasiado borde, un poco desagradable. Repuntan un poco con el tema libre, mejor en letra que la parodia.
La chirigota de Écija, cuartofinalista en 2010, no estuvo a la altura de lo mostrado el año anterior con Tengo vellillo pa hacerme un cepillo y me sobra un poquillo y sólo pudo arrancar la risa a base de borderíos, superando el límite del buen gusto en alguna ocasión. Dedicaron sus pasodobles a Villanueva y a Zapatero y sus cuplés al pulpo Paul y a las teles en 3D, muy satirones, igual que el popurrí. Eso sí, la cuarteta final de vellitos de punta -nunca mejor dicho- para ponerse poéticos que no falte. Discretitos.
La comparsa de Nene Cheza trae un tipo imaginativo, Los pobres diablos, una alegoría de los gaditanos entre el cielo y el infierno. Muy buena su presentación, canta con mucho gusto este grupo. Pasodobles para Pedro Romero y para el cante flamenco, que siempre fue patrimonio de los pobres. Normalitos los cuplés y precioso estribillo, cortito y directo, para acabar con un buen popurrí en forma y contenido. Apunta de nuevo a estar entre las mejores del Concurso.
Estos chirigoteros gaditanos llegan de musculitos en plena playa. Llegan con muchas ganas, pero cantando regular. Dedican sus pasodobles a los sindicatos y a los grandes chirigoteros del Carnaval, maltratados por algunos aficionados, y sus cuplés a un amigo muy feo y a los cacharritos que se compran en la teletienda. Popurrí con destellos, pero discreto. Se lo pasarán bien en la calle.
La comparsa de El Puerto Don Rodrigo va muy a menos en una actuación que cierra una sesión muy flojita. Regular en letras, música y sobre todo en interpretación. Desafinados en su presentación y en los pasodobles, dedicados a una niña encerrada en el cuerpo de un varón y a la iglesia, difíciles de seguir por la poca vocalización. Cuplés, malos, a los pantalones de talle bajo y a un anillo vibrador. La interpretación, lo peor también del popurrí.
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